La higiene bucal de nuestras mascotas

 En el cuidado de nuestra mascota prestamos especial atención a la higiene de su piel, desparasitación, vacunación,…pero a veces dejamos un poco de lado la higiene bucal, siendo ésta también muy importante.

Los perros y gatos al ser animales carnívoros dependen de una manera importante de una buena dentición. Aún cuándo su alimentación sea exclusivamente pienso, después de cada comida quedan restos de alimento que se descomponen formando con el tiempo una placa dura llamada sarro.

Esta placa empieza provocando una gingivitis, o infección de las encías, que puede ser desde leve, moderada, hasta muy muy grave, provocando desde molestia en el perro hasta fuertes dolores a la hora de comer. Y provocando la pérdida de piezas dentarias.

En los casos más graves se pueden producir fracturas del maxilar o mandíbula y en ocasiones émbolos bacterianos que pasan desde la encía al torrente sanguíneo pudiendo provocar enfermedades cardiacas y la muerte del animal.

El propietario suele darse cuenta porque el aliento de perro huele mucho, es debido a la placa de sarro, pero se debe evitar llegar a ese punto y hacerle revisiones de la boca antes.

 

Todo esto se puede evitar dedicando un poco de atención a la boca de nuestro amigo, cuidando su higiene de forma diaria: con líquidos para enjuague que se echan en el agua de bebida, con premios que tiene efecto de cepillado y llevándolo al veterinario para hacerle una revisión anual y una limpieza de boca por ultrasonidos cuando sea necesario.

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