En esta época del año es frecuente que encontremos en nuestro animal alguna garrapata, siempre debemos emplear productos antiparasitarios, como collares o pipetas, pero como su eficacia no es del cien por cien, si alguna garrapata llega a «engancharse» en su piel, esta es la forma adecuada de extraerla sin peligro para el animal y para nosotros.

Hay que tener en cuenta una serie de cosas:

– No dejar partes de la boca de la garrapata en la piel
– No comprimir el abdomen de la garrapata
– No emplear productos químicos (alcohol, éter) o aceite para adormecerla
– Quitar la garrapata rápidamente y sin dolor

-No pisarla una vez extraída, ponerle alcohol y se morirá.

¿Cómo extraer la garrapata?

ponerse guantes y coger una pinza, aplicar la pinza lo más cerca del cuerpo del animal, sin comprimir el cuerpo de la garrapata, justo en el punto en el que se une al perro o gato, girar media vuelta en el sentido contrario a las agujas del reloj y tirar

¿Porqué se debe hacer así?

El rostro de la garrapata (la parte de la garrapata que está enterrada en la piel, llamada incorrectamente cabeza) está completamente cubierta de espinas; esto permite que la garrapata se sujete como un ancla a la piel.
Si tratamos de arrancar la garrapata las espinitas de ésta se quedan bajo la piel. El hecho de arrancarla puede provocar la ruptura de la cabeza, dejando partes de ésta en la piel, pudiendo provocar una inflamación dolorosa, o una infección.

Cuando se gira, las espinas se doblan hacia el centro de la rotación, y la garrapata sale fácilmente sin mucha fuerza evitando así los riesgos de romper la “cabeza de la garrapata“… 

 

Para quitar a una garrapata, es esencial no comprimirla, disminuyendo así los riesgos de regurgitación de la saliva; en efecto, la saliva de la garrapata contiene varias substancias irritantes y a veces microorganismos que pueden causar infecciones o alergias.