LA HIGIENE DE NUESTRAS MASCOTAS

Si tenemos una mascota debemos cuidar también su higiene, por su salud y por la de nuestra familia.

Dentro de la higiene vamos a considerar tres puntos: los baños, la higiene de oídos y la higiene bucal.

LOS BAÑOS

Vamos a distinguir entre perros y resto de mascotas (gatos, hurones, conejos).

Los gatos, conejos y hurones, por sus hábitos de limpieza (se lamen para acicalarse) no necesitan que los bañemos, pero si son de pelo largo,  sí se les puede dar un baño por ejemplo cada dos meses.

Es más importante un buen cepillado a diario, para eliminar el pelo muerto y prevenir que se formen nudos.

Aquí quiero hacer una advertencia importante: como los gatos al acicalarse tragan pelo hay que darle productos para que expulsen la bola de pelo, si no se le puede obstruir el intestino. Estos productos son hierbas especiales o malta, que se debe dar a diario o semanalmente, según sea de pelo largo o corto, o en la época de muda.

 

Los perros si se deben bañar, el primer baño de cachorro se debe hacer cuando se terminan de poner las vacunas iniciales, o sea, cuando tienen aproximadamente tres meses. Si es necesario un baño antes, se puede hacer con espuma seca.

Cuando ya no son cachorros, según el tipo de pelo se pueden bañar cada quince días, o una vez al mes. Si se bañan más a menudo lo que hacemos es estimular sus glándulas sebáceas y  hacer que huelan más.

Siempre es importante que los baños sean con champú especiales para ellos, porque el pH de su piel es distinto al nuestro. También hay distintos tipos de champú según el perro sea de pelo largo, corto, denso, duro, blanco o negro, etc.

Hay perfumes y desodorantes pero no se debe abusar de ellos.

Los cepillados diarios son los que mantienen el manto en buenas condiciones.

Y en esta época, otoño y en primavera, que son las épocas de la muda, del cambio de pelo, se deben dar suplementos vitamínicos para que la caída dure menos tiempo,  tengan un manto más brillante y evitar lo molesto que puede ser tener la casa llena de pelos.

 

HIGIENE DE OÍDOS

 

Los oídos del perro no son como los nuestros, tienen el conducto interno más largo y es fácil que se ensucien más por la tierra y por sus propias secreciones. Además ciertas razas tienen más predisposición a tener otitis, por ejemplo el caniche que tiene pelos dentro del oído, el cocker que tiene las orejas caídas y no ventila bien, el pastor alemán que tiene un conducto muy largo.

 

Por todo esto la higiene de los oídos es muy importante para eliminar la suciedad y el exceso de secreción y así prevenir las otitis, es decir, las infecciones de oído, que son problemáticas de curar.

Siempre vale más prevenir que curar.

Para ello hay líquidos especiales, nunca se deben introducir bastoncillos o algodón. La limpieza se debe hacer una o dos veces al mes según el animal.

HIGIENE BUCAL

En el cuidado de nuestra mascota prestamos especial atención a la higiene de su piel, desparasitación, vacunación,…pero a veces dejamos un poco de lado la higiene bucal, siendo ésta también muy importante.

 

Los perros y gatos al ser animales carnívoros dependen de una manera importante de una buena dentición. Aún cuándo su alimentación sea exclusivamente pienso, después de cada comida quedan restos de alimento que se descomponen formando con el tiempo una placa dura llamada sarro.

Esta placa empieza provocando una gingivitis, o infección de las encías, que puede ser desde leve, moderada, hasta muy muy grave, provocando desde molestia en el perro hasta fuertes dolores a la hora de comer. Y provocando la pérdida de piezas dentarias.

En los casos más graves se pueden producir fracturas del maxilar o mandíbula y en ocasiones émbolos bacterianos que pasan desde la encía al torrente sanguíneo pudiendo provocar enfermedades cardiacas y la muerte del animal.

El propietario suele darse cuenta porque el aliento de perro huele mucho, es debido a la placa de sarro, pero se debe evitar llegar a ese punto y hacerle revisiones de la boca antes.

 

Todo esto se puede evitar dedicando un poco de atención a la boca de nuestro amigo, cuidando su higiene de forma diaria: con líquidos para enjuague que se echan en el agua de bebida, con premios que tiene efecto de cepillado y llevándolo al  veterinario para hacerle una revisión anual y  una limpieza de boca por ultrasonidos cuando sea necesario.

 

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