UN GATO COMO MASCOTA
De todos los animales salvajes domesticados por el hombre, el gato fue el último de todos en adaptarse al ser humano. Sus antepasado era el gato salvaje norteafricano o felis lybica, un animal solitario y silvestre. Esto hace que sea un compañero especial. El gato fue evolucionando, se adaptó y fue cambiando casi por completo sus instintos de animal solitario y territorial, hay que decir casi porque en el fondo de su cerebro sigue siendo territorial, y en situaciones de conflicto, pueden aparecer sus instintos de animal solitario. Curiosamente, como nosotros, los seres humanos, no interferimos con ellos por el territorio, la comida o la pareja, suelen aceptar mejor a las personas que a otros gatos, aunque sean perfectamente capaces de convivir. Pero en ciertas ocasione si pueden surgir conflictos, por lo que conviene saber que puede pasar, y porqué, para solucionarlo.
Si pensamos en animales domésticos como mascotas, el número uno, con diferencia es el perro, y después el gato.
Las personas que tiene un gato como mascota saben que no tiene nada que ver con un perro.
Los gatos son más independientes, no tienes que sacarlo a la calle para hacer sus necesidades (aprender a utilizar la bandeja sanitaria a partir del primer mes de vida, incluso los gatitos huérfanos, no necesitan que un gato adulto los enseñe, ellos por instinto van a ir a la bandeja). Te puedes ir de casa un fin de semana y se puede quedar solo, teniendo agua y comida suficiente.
Son las mascotas ideales para personas que quieren un animal de compañía, pero disponen de poco tiempo para dedicarles. También son buenas mascotas para personas mayores, porque dan poco trabajo.
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Prevenir enfermedades sería muchísimo más eficaz para la salud del gato que curar aquellas que aparecen, pero eso sólo es posible si hacemos revisiones periódica. No obstante, esto se sigue considerando un gasto innecesario. ¡Grave error!. Al menos una vez al año el gato debería someterse a una revisión veterinaria.
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A la hora de educar a un gato, aunque parezca muy difícil o casi imposible, sí se puede, caemos en el error de intentar hacerlo como en los perros, y ya hemos comentado que por sus orígenes , no tiene nada que ver, son animales solitarios, no obedecen a jerarquías, ellos conviven en manadas donde unos dominan otros son sumisos, pero no hay un líder marcado.
Las claves para educar a un gato son ser pacientes y seducirles con cosas que le gusten, como rascarles, acariciarles, jugar con ellos y hablarles. Se consiguen más cosas de las que uno piensa.